En caso de fimosis, la cirugía de circuncisión (operación de fimosis) ha sido durante años la práctica aplicada en el ámbito médico para eliminar esta condición, que produce un estrechamiento del prepucio e impide que el glande quede descubierto.
Esta intervención recibe el nombre de circuncisión.
En realidad, la decisión de realizar cirugía o no está ligada a la tipología del problema. De hecho, existe una clasificación específica de fimosis que ya hemos abordado en la página dedicada a la fimosis y de la que ofrecemos un breve resumen:
- congénita o adquirida, dependiendo de si el problema está provocado por adherencias balanoprepuciales naturalmente presentes desde el nacimiento y a la falta de desarrollo del prepucio en la infancia o si aparece en la edad adulta, por causas bacterianas o de naturaleza inflamatoria;
- completa o relativa, en función del grado de estrechamiento del prepucio.
En caso de fimosis completa, nos encontramos ante la imposibilidad de descubrir el glande incluso cuando el pene está flácido, mientras que en el caso de la relativa esta imposibilidad se produce con el pene en erección.
El primer caso es el que puede provocar más problemas en la vida cotidiana del hombre: desde dificultad para orinar hasta problemas para tener relaciones sexuales. Si la condición se descuida y no se trata a tiempo, puede producirse un progresivo estrangulamiento del glande, lo que provocaría la necesidad de una intervención de urgencias.
La fimosis evoluciona siempre progresivamente, lo que permite al hombre intervenir de forma oportuna antes de que la situación alcance un punto irreversible.
Antes de llegar a una operación de fimosis
Tan pronto como se sospeche de la presencia de fimosis, lo adecuado es dirigirse a su médico para que le realice un diagnóstico y una evaluación del tratamiento indicado.
Normalmente se sugiere un tratamiento con pomadas o cremas para la fimosis, que permitirá ablandar el prepucio y facilitar su deslizamiento sobre el glande. Esta intervención se enmarca en la categoría de los tratamientos conservadores y se ha demostrado eficaz en casos de fimosis congénita en hombres jóvenes.
En adultos, donde se registran la mayor parte de fimosis adquiridas, se aconseja directamente la intervención quirúrgica. Es en esta fase, tanto para la fimosis completa como para la relativa, cuando entra en juego Phimostop.
Utilizando el principio natural de la dilatación del tejido epidérmico, gracias al diseño específico y a la tecnología patentada de tuboides, desarrollados en silicona médica, Phimostop permite bloquear el progreso del tejido cicatricial, haciendo que el prepucio vuelva gradualmente a su estado original. El dispositivo médico opera sobre el anillo fimótico, estimulando la creación de nuevas células elásticas que reemplazarán a las que han perdido elasticidad al sumarse al tejido cicatricial.
Nuestro producto ofrece 22 tuboides progresivos específicamente diseñados para acompañar la lenta dilatación del prepucio, sin forzar ni constreñir. Según la magnitud de la condición, en un corto período de tiempo se puede apreciar una regresión de la fimosis, hasta poder deslizar de nuevo sin problemas el prepucio sobre el glande, incluso en erección.
Phimostop es un dispositivo médico validado por el ministerio de salud italiano, de la clase 1, disponible en farmacias y online sin receta médica y cubierto por patente europea.
Hasta la fecha, más de 5.000 hombres al año han adquirido Phimostop para evitar la cirugía de la fimosis. Lamentablemente, este no siempre es el caso, y esta intervención se propone como única solución incluso en casos donde se podrían tomar medidas alternativas.
Probablemente, los médicos optan por la alternativa de la operación de fimosis por ser una intervención correctiva que actualmente se realiza de forma ambulatoria sin embargo, no se tiene en cuenta el impacto psicológico y fisiológico que una intervención como ésta puede causar sobre el hombre.
Pasos a seguir cuando se trata la fimosis mediante intervención quirúrgica
La primera acción a tomar es pedir una cita para una consulta urológica ambulatoria. Generalmente, entre la petición de cita y la operación de fimosis pueden llegar a transcurrir entre varios meses y dos años.
Una vez haya obtenido cita para la intervención de fimosis, asistirá a la correspondiente consulta con el cirujano y el anestesiólogo y, si se consideran necesarios (sin que sean obligatorios), se le llevarán a cabo análisis de sangre y un electrocardiograma.
Antes del inicio de la operación, por regla general, se delimita la porción de prepucio a eliminar, utilizando un rotulador dermográfico. Se puede optar por una circuncisión total, con la eliminación de todo el prepucio, o por una circuncisión parcial, en la que se elimina únicamente la parte de prepucio que impide el deslizamiento natural sobre el glande.
La circuncisión parcial permitirá al prepucio volver a cubrir el glande con el pene flácido, mientras que con la circuncisión total esto no será posible y el glande permanecerá permanentemente descubierto.
Operación de fimosis
El urólogo también puede evaluar diferentes opciones de intervención, incluso en el campo de la cirugía plástica.
1. Circuncisión clásica o postectomía total
En la porción del prepucio a eliminar se realizan dos incisiones paralelas, cortando la piel hasta el estrato subcutáneo (dartos) y los vasos sanguíneos del prepucio se coagulan mediante láser o bisturí eléctrico. Una vez retirada la parte sobrante, se realiza una sutura de la piel mediante puntos de material reabsorbible.
Por lo general, la intervención de fimosis se realiza junto con una frenoplastia y, una vez concluida la operación, se aplica un vendaje elástico semicompresor. Durante los días siguientes a la operación de fimosis, el pene tiende a hincharse, presentar pequeñas pérdidas de sangre y mayor sensibilidad.
Con el paso del tiempo, estos efectos se atenúan. Tras la intervención se aconsejan procedimientos de cura fácilmente realizables en casa durante los siguientes siete días. La recuperación completa se produce en unas 4 semanas, tras las cuales se puede restablecer la actividad sexual.
2. Postectomía parcial
En este caso nos encontramos con una retirada parcial del prepucio, con la ventaja ya descrita de conservar un recubrimiento parcial del glande, si bien puede presentar el inconveniente de dar lugar a una recurrencia de la fimosis.
También en este caso los tiempos de curación y reanudación de la actividad sexual son de unas 3-4 semanas, aunque el uso de pomadas antiinflamatorias puede ayudar en la recuperación.
Circuncisión por láser
Estas operaciones de fimosis se llevan a cabo con avanzada tecnología láser y presentan una reducción en los tiempos de recuperación postoperatoria. Asimismo, gracias a la precisión de la técnica láser, que permite cortar los tejidos y coagular los vasos al mismo tiempo, se evita también la clásica hinchazón postoperatoria producida por la cirugía tradicional.
Después de la cirugía, se administra una medicación postoperatoria durante 2-3 días, una terapia antibiótica de 3-4 días (en su caso, también analgésica) y los puntos se reabsorben en 7-10 días. Se puede reanudar la actividad física transcurridas dos semanas y la actividad sexual tras 3-4 semanas.
Por último, existen una serie de posibles intervenciones de cirugía plástica que eliminan el anillo fimótico dejando el prepucio intacto. No obstante, son intervenciones más costosas y delicadas.
En cualquier caso, es importante recordar que la operación de fimosis debe llevarse a cabo con instrumentos muy finos y delicados y requiere precisión y delicadezapara asegurar un resultado funcional (liberando el pene del anillo fimótico) y estético (evitando cicatrices demasiado visibles y molestas). Además, como en toda cirugía, los resultados dependen de la respuesta del organismo, en especial durante el periodo postoperatorio.
Convalecencia
La hospitalización dura alrededor de 24 horas, tras las cuales el paciente recibe el alta, y se le entrega una carta donde se detalla la medicación y otras medidas que debe tomar:
- aplicación de cremas antiinflamatorias;
- uso de analgésicos;
- abstención de aplicar agua al pene durante al menos 3 días.
El postoperatorio dura alrededor de 3 o 4 semanas.
La alternativa a la cirugía para la fimosis
Phimostop nace con la intención de evitar la circuncisión (salvo en los casos de parafimosis) gracias a la aplicación de un principio ya establecido: la capacidad natural de la piel para dilatarse por la acción de dispositivos apropiados de dilatación progresiva.
Phimostop es un dispositivo médico diseñado específicamente para casos de fimosis, protegido por patente y validado por el Ministerio de Salud italiano y objeto de una investigación clínica realizada por el Policlínico de la Universidad de Tor Vergata de Roma con publicación en la revista internacional ‘Translational Andrology and Urology’ en 2021.
Se prevé que, en el futuro, se pueda prescindir cada vez más de las intervenciones en casos de fimosis, en línea con las tendencias actuales de buscar métodos cada vez menos invasivos y, siempre que sea posible, sin cirugía. Todo ello supondrá, además, grandes ventajas para los pacientes y un enorme ahorro de gasto público.