Cómo saber si tiene fimosis

La fimosis es una afección médica frecuente en los hombres y puede causar muchas molestias. Esta condición se produce cuando el prepucio, la piel que cubre todo el pene y que cuenta con una elasticidad especial respecto a la piel del resto del cuerpo, no puede deslizarse correctamente y, como consecuencia, no permite descubrir el glande. 

Si se produce el estrechamiento del prepucio es importante realizar una visita médica especialista en urología para verificar la afección. Sin embargo, existen algunos síntomas característicos que pueden ayudar a reconocer la fimosis. 

PHIMOSTOP

Tratamiento de la fimosis sin circuncisión

Phimostop es un dispositivo médico compuesto por 22 elementos de silicona médica diseñados para ayudar a resolver la fimosis, una afección en la que el prepucio no puede retraerse completamente sobre el glande del pene.

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Fimosis y frenillo corto: ¿son lo mismo?

Si se está preguntando cómo saber si tiene fimosis o frenillo corto, le ofrecemos una explicación clara. El frenillo corto y la fimosis no son lo mismo, aunque los dos problemas se asocian con frecuencia. El frenillo es una porción de tejido que une la parte inferior del prepucio al glande, cerca del orificio para la expulsión de la orina. Sostiene el prepucio en la parte inferior y puede ser corto o normal. Si es más corto de lo normal significa que hay una reducción que puede causar dolor durante la erección o incluso provocar la rotura o hemorragia. 

Por su parte, la fimosis es una condición que afecta al prepucio, es decir, cuando la piel no consigue deslizarse correctamente para descubrir el glande. Estos dos problemas se asocian muy a menudo durante la operación quirúrgica para resolver la fimosis, aprovechando también para alargar el frenillo.

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Síntomas: ¿cómo saber si tengo fimosis?

Como anticipado, para tener un diagnóstico preciso hay que acudir a la consulta de un urólogo. El diagnóstico de un médico considera no solamente la capacidad de retracción del prepucio, sino también la presencia de síntomas asociados, como irritaciones, inflamaciones o infecciones recurrentes en la zona genital. Es importante subrayar que el diagnóstico de fimosis no comporta necesariamente una operación inmediata y la terapia se personalizará considerando la gravedad de la afección y los síntomas presentes.

En relación a los síntomas, estos son algunos de los más comunes:

  • dificultad o imposibilidad para descubrir el glande completamente;
  •  fastidio o dolor durante las relaciones sexuales; 
  • disfunción eréctil
  • retención urinaria
  • disuria
  • úlceras cutáneas
  • comezón uretral

Qué hacer si tengo fimosis

Cuando se está ante una fimosis ligera, es decir, cuando la piel del prepucio no es demasiado estrecha, es posible practicar los stretching prepucial, una serie de ejercicios que, mediante la retracción delicada del prepucio, sirven para distender la piel que cubre el glande. 

Sin embargo, esta práctica no siempre resulta eficaz y puede dar lugar a riesgos para la salud. Un excesivo vigor en la retracción del prepucio puede causar lesiones que, cicatrizando, empeorarían el estrechamiento. Además, un stretching prepucial realizado de forma incorrecta puede provocar la parafimosis que, como explicado previamente, es una complicación peligrosa. 

Una alternativa para curar la fimosis consiste en el uso de pomadas con esteroides.

La aplicación de pomadas para la fimosis es una terapia recomendada antes de considerar la cirugía de circuncisión, especialmente en los casos de fimosis congénita manifestada en edad temprana. Esta terapia interviene principalmente en las zonas donde todavía no existe un anillo fimótico, es decir, donde todavía no se ha formado una «soga» de células rígidas. Los efectos de dicha terapia dependen del tipo de fimosis y de la respuesta individual del paciente.

En los casos más graves, el tratamiento más común para la fimosis es la circuncisión, es decir, la retirada quirúrgica del prepucio. Esta operación, realizada con anestesia local, dura aproximadamente una hora. Aunque es una opción muy utilizada para eliminar la fimosis, muchos dudan a la hora de someterse a una operación quirúrgica, sobre todo por miedo a la operación en sí y a la recuperación. 

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Phimostop: cómo resolver la fimosis sin cirugía

Phimostop es un dispositivo médico diseñado para curar la fimosis sin una circuncisión quirúrgica. El producto ha sido diseñado para estirar el anillo fimótico gracias a la consolidada técnica de la dilatación de la piel, favoreciendo la formación de nuevas células elásticas que permitirán que se vuelva a descubrir el glande.

Phimostop es un producto capaz de curar cualquier tipo de fimosis con efectos más estables y duraderos. 

¿Cómo se utiliza Phimostop?

En primer lugar, hay que seleccionar el tuboide adecuado al tipo de fimosis, colocándolo sobre el glande sin ejercer una presión excesiva sobre el prepucio y sin provocar dolor. En esta fase inicial se recomienda no pasar inmediatamente a calibres superiores.

Antes de colocar el tuboide, es importante lavar atentamente las manos y el dispositivo con agua y jabón. El tuboide se puede mantener húmedo para facilitar la introducción y, si resulta necesario, lubricar delicadamente el extremo del prepucio con cremas lubricantes, evitando la aplicación del lubricante sobre la parte externa del prepucio.

A medida que el anillo fimótico se dilata se puede pasar al tuboide sucesivo. Es fundamental seguir todos los pasos utilizando todos los tuboides necesarios, sin saltar ningún paso. El proceso se concluye cuando el prepucio consigue deslizarse libremente hasta la base del glande sin restricciones, incluso durante la erección. No siempre es necesario llegar al último tuboide.

Phimostop es el único producto sanitario para el tratamiento de la fimosis sin circuncisión validado por el Ministerio de Sanidad.

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