Sexo, relaciones y fimosis
¿Se puede vivir con fimosis? La fimosis es una afección médica que produce el estrechamiento de la piel del prepucio. Esta afección afecta a un gran número de hombres y se puede agravar si se subestima. Cuando se nota el estrechamiento del prepucio, incluso en una forma ligera, se recomienda acudir lo antes posible a un médico y realizar las pruebas necesarias.
Sí que se puede vivir con fimosis, pero si se desatiende esta discapacidad puede causar numerosas molestias y tener serias repercusiones en la vida sexual.
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PHIMOSTOP
Tratamiento de la fimosis sin circuncisión
Phimostop es un dispositivo médico compuesto por 22 elementos de silicona médica diseñados para ayudar a resolver la fimosis, una afección en la que el prepucio no puede retraerse completamente sobre el glande del pene.
Sexo y fimosis: qué debe saber
¿Se puede tener sexo con fimosis? Esta es una de las preguntas más repetidas para un tema tan delicado como este. Para responder, es importante destacar que la posibilidad de mantener una actividad sexual regular es bastante limitada y depende sobre todo de la gravedad de la fimosis.
Por lo que se refiere al grado no estrecho, la afección menos grave y más frecuente, se pueden tener relaciones sexuales con fimosis, aunque pueden resultar dolorosas según la situación específica. En el caso de fimosis estrecha, en la que el deslizamiento de la piel del prepucio resulta prácticamente imposible, las relaciones sexuales son extremadamente dolorosas y, en la mayoría de los casos, imposibles.
Fimosis y preservativo
Durante las relaciones sexuales, en los casos de una fimosis de una mayor o menor gravedad, la erección siempre es un momento doloroso. La presión que ejerce el anillo fimótico sobre el glande es particularmente dolorosa, así como la tensión de la piel sobre el prepucio, y el efecto frecuente de este dolor es la pérdida de la erección.
Este sufrimiento se acentúa de forma particular por el roce directo con los genitales de la pareja, lo que puede provocar lesiones, roturas y hemorragias, con un altísimo riesgo infectivo. Para prevenir algunas de estas situaciones arriesgadas puede resultar útil mantener relaciones usando el preservativo. Con su uso se puede evitar el contacto directo con los genitales de la pareja y el roce, pero no se debe considerar un remedio resolutivo para la fimosis.
Fimosis: por qué no subestimarla
La fimosis es una afección médica que se debe subestimar ya que, además de los dolores físicos, puede dar lugar a varias complicaciones en la vida sexual. Por ejemplo, uno de los primeros problemas que puede provocar es la impotencia: el estrechamiento típico de la fimosis impide el descubrimiento del glande y puede provocar dolor durante la erección a causa de la fuerte tensión a la que se somete el prepucio.
En algunos casos la impotencia de quien padece fimosis no se origina por la dificultad de mantener la erección, sino por la molestia emotiva causada por la vergüenza ante el aspecto de los propios genitales. Pero no solo por esto, ya que el estrechamiento del prepucio, si es grave como en la fimosis estrecha, puede comprometer la liberación regular del esperma, con obvias repercusiones sobre la fertilidad y la posibilidad de tener hijos.
Por último, uno de los mayores riesgos cuando se trata de fimosis es que esta se transforme en parafimosis. La parafimosis es una patología urológica que se verifica cuando el prepucio se bloquea por debajo de la corona del glande, estrangulando el pene y comprometiendo la circulación sanguínea. Si no se cura inmediatamente puede causar edemas, necrosis y gangrena tisular.
Por este motivo, cuando se mantienen relaciones sexuales teniendo fimosis, esforzando la piel del prepucio, es necesario estar atento a la aparición de la parafimosis.
Remedios para curar la fimosis
Cuando se está ante una fimosis ligera, es decir, cuando la piel del prepucio no es demasiado estrecha, es posible practicar los stretching prepucial, una serie de ejercicios que, mediante la retracción delicada del prepucio, sirven para distender la piel que cubre el glande.
Sin embargo, esta práctica no siempre resulta eficaz y puede dar lugar a riesgos para la salud. Un excesivo vigor en la retracción del prepucio puede causar lesiones que, cicatrizando, empeorarían el estrechamiento. Además, un stretching prepucial realizado de forma incorrecta puede provocar la parafimosis que, como explicado previamente, es una complicación peligrosa.
En los casos más graves, el tratamiento más común para la fimosis es la circuncisión, es decir, la retirada quirúrgica del prepucio. Esta operación, realizada con anestesia local, dura aproximadamente una hora. Aunque es una opción muy utilizada para eliminar la fimosis, muchos dudan a la hora de someterse a una operación, sobre todo por miedo a la cirugía en sí y a la recuperación.
Phimostop: la solución ideal para resolver la fimosis
Phimostop es un dispositivo médico diseñado para curar la fimosis sin una circuncisión quirúrgica. El producto ha sido diseñado para estirar el anillo fimótico gracias a la consolidada técnica de la dilatación de la piel, favoreciendo la formación de nuevas células elásticas que permitirán que se vuelva a descubrir el glande.
Phimostop es un producto capaz de curar cualquier tipo de fimosis con efectos más estables y duraderos.
¿Cómo se utiliza Phimostop?
En primer lugar, hay que seleccionar el tuboide adecuado al tipo de fimosis, colocándolo sobre el glande sin ejercer una presión excesiva sobre el prepucio y sin provocar dolor. En esta fase inicial se recomienda no pasar inmediatamente a calibres superiores.
Antes de colocar el tuboide, es importante lavar atentamente las manos y el dispositivo con agua y jabón. El tuboide se puede mantener húmedo para facilitar la introducción y, si resulta necesario, lubricar delicadamente el extremo del prepucio con cremas lubricantes, evitando la aplicación del lubricante sobre la parte externa del prepucio.
A medida que el anillo fimótico se dilata se puede pasar al tuboide sucesivo. Es fundamental seguir todos los pasos utilizando todos los tuboides necesarios, sin saltar ningún paso. El proceso se concluye cuando el prepucio consigue deslizarse libremente hasta la base del glande sin restricciones, incluso durante la erección. No siempre es necesario llegar al último tuboide.
Phimostop es el único producto sanitario para el tratamiento de la fimosis sin circuncisión validado por el Ministerio de Sanidad.
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